El aceite de oliva virgen extra no sólo es un ingrediente clave en la dieta mediterránea, sino también una fuente natural de compuestos bioactivos. Entre ellos, destacan los polifenoles (o biofenoles), potentes antioxidantes que ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, un proceso relacionado con el envejecimiento celular y diversas enfermedades crónicas.
Desde Laboratorio Espejo, S.L., analizamos la concentración de estos compuestos para evaluar la calidad funcional del aceite. Uno de los más estudiados es el hidroxitirosol, conocido por sus efectos antiinflamatorios y cardioprotectores.
Además, la legislación europea (Reglamento 432/2012) permite declarar que "los polifenoles del aceite de oliva contribuyen a la protección de los lípidos sanguíneos frente al daño oxidativo", siempre que el contenido sea igual o superior a 5 miligramo por 20 gramos de aceite.
Todo ello convierte al aceite de oliva virgen extra no solo en un alimento, sino en una auténtica herramienta de salud, respaldada por la ciencia.