¿En qué se diferencia un aceite de oliva virgen extra (AOVE) de un aceite de oliva virgen (AOV)?
Ambos son extraídos de la aceituna mediante procedimientos mecánicos y en ningún caso son sometidos al proceso de refinado. Al zumo obtenido directamente de la aceituna por el proceso comentado se le denomina aceite de oliva virgen, el cual, en función de su calidad, se clasificaría finalmente como aceite de oliva virgen o aceite de oliva virgen extra.
El aceite de oliva virgen extra es el que tiene mayor calidad. Para distinguir ambos tipos se debe cumplir una serie de criterios físico-químicos, así como organolépticos, a través de la cata, donde se analizan sabores, aromas, intentando detectar posibles atributos o defectos.
¿Cómo se puede mejorar la calidad de nuestro aceite?
Principalmente, la clave está en el cuidado y trato que le damos a la aceituna , que es la materia prima de donde se obtiene nuestro oro líquido. Es importante cuidar la aceituna en todas las fases del proceso:
- En el cultivo: condiciones climáticas favorecedoras, tratamientos para evitar plagas y otras enfermedades del olivo, riego adecuado en su caso.
- En la recolección: hay que estudiar y analizar el proceso de maduración del fruto para recogerlo en el momento idóneo. La recolección debe realizarse con todo el cuidado, desde el árbol y con toda aquella técnica que evite cualquier desperfecto en las aceitunas y afecte a la calidad de su aceite con la oxidación del fruto.
- En la molienda: el fruto debe llegar a la almazara para la extracción del aceite en el menor tiempo posible para evitar cambios de temperaturas bruscos y otros daños en la aceituna.
Cualquier mala práctica o inconveniente que pueda surgir en estas fases del proceso marcará la calidad definitiva del aceite que obtenemos tras la molienda. Todos estos factores serán elementos diferenciadores a la hora de obtener un aceite de oliva virgen extra o un aceite de oliva virgen.